Abro las manos
y las mariposas echan a volar,
brillantes colores se disipan
frente a mis ojos...
dejar libre la belleza
para poder contemplar
como retoma, de otra manera,
en otra esencia su vuelo.
Abro mis oidos
y escucho su aleteo...
la dulce música que provoca
con las caricias al viento,
sueño en versos
y la luz invade mis besos.
Despiertan los sentidos escondidos,
las sensaciones, dormidas de libertad,
y mi cuerpo se transforma,
se aligera....
y es entonces cuando descubro
que tengo alas
y que empiezan a volar.
y que empiezan a volar.