viernes, 5 de noviembre de 2010

Desde mi azotea...

Desde mi azotea se ve toda la ciudad....
cada uno de los tejados mirando al cielo,
y yo quiero tener alas, y volar...
divisar más allá de todas las antenas, de todas las ventanas
Llegar a las montañas... que me llaman con su olor a viva tierra.


Desde mi azotea abro el pecho y dejo que mi corazón se vaya
dejo que mis ojos ya no miren ni vean, ya no observen,
dejo que mis brazos ya no luchen, y mis piernas dejen de correr...
Desde mi azotea, la vida pasa rápidamente entre las calles,
pero mi camino se relaja, se tranquiliza y apacigua,
dejo la vida que me ata, dejo los miedos, las angustias,
y ya no existo... me quedo entre las nubes,
entre las luces del sol de atardecer, entre las sombras de la noche.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran forma de revolucionar con estos pensamientos el sentido poético de cada cual. Gata, en tu caso -no sólo es innato- lo llevas en la sangre y lo depuras cada día con una innovación extraordinaria. Me hizo reflexionar y pensar. Un Fuerte Abrazo

Nacio

Unicornio dijo...

Te escribo a ti y te hago mia, completamente, porque mis ojos te siguen viendo, porque tus palabras me sigen sonando dulces, porque rompes con la monotonia de las cosas. Te Pienso.