viernes, 23 de septiembre de 2005

El camino de la Vida

Lluvia de hojas rojas,
brisa de agua clara,
húmedo corazón que late
en el otoño de la tierra.

Media luna de aliento de vida
suave nacimiento
que respira recuerdos y memoria,
áspero crecimiento
que absorbe aires nuevos
y cambia el átomo de la existencia.
Toda la energía se transforma
para tranquilizar la madurez
de tus ojos limpios,
tranquilos, muertos...

Despertar en la vejez
y alimentarse de la vida pasada
la historia contanda
de sueños irrealizados
que nos susurran
cómo renacer.

El silencio de la Naturaleza

Palabras de nada


La NADA inunda el espacio alrededor del cuerpo
y absorbe el olor nauseabundo que desprende
la muerte dentro de él.

Las PALABRAS llenan el vacío de los seres
y describen un formato nuevo de vida
NADA es imprescindible
ni las PALABRAS que abarcan nuestra vida.

Viaje a las profundidades


El viaje comienza en un laberinto, todo es nuevo y sin sentido,
no hay un camino marcado, sólo un vago recuerdo de por dónde caminar.

Así empezamos en nuestra vida, nadie lo recuerda, pero es cierto,
todos sabemos (ahora que las hemos pasado)
de las diferentes etapas que ha habido en nuestra vida.

Intento recordar quién me explicó que para ser feliz tenía que vivir de un modo u otro,
ahora lo recuerdo, me lo explicó una persona que intentaba ser feliz
que había estado buscando la felicidad mucho antes que yo,
y pensé que era sabia, y que me ayudaría a encontrarla...

Después de un tiempo buscándola,
comprendí que no tenía que buscarla fuera, sino dentro...
pero ¿cómo?
Lo primero, es no tener miedo, de lo que vas a encontrar en las profundidades
y lo segundo, es ser consciente de que lo que te encuentres forma parte de ti,
si no te gusta, aprende y se comprensivo,
si te gusta, medita y potencia lo encontrado.

Estoy en estos momentos observando la senda que me lleva
a este viaje hacia mis profundidades,
con algo de miedo y de curiosidad,
con algo de ilusión por aprender y por encontrar...
al fin y al cabo, no voy a encontrar nada que no sea yo.

Voy a viajar a las profundidades,
no para buscar la felicidad,
sino para experimentarla,
porque si de algo estoy segura es que si la busco,
no la voy a encontrar,
porque nunca podré sentir que la tengo mientras la estoy buscando.

Permitíos adentraros en un viaje desconocido a las profundidades,
experimentaréis sensaciones, nunca encontradas.